(Relato y sugerencia).
Escrito por Sandino Yépez. Preparador físico sandinoyepez19@gmail.com
El ejercitarse tiene distintos motivos, tanto por temas de salud como por estética e inclusive gloria, todo según la actividad física o el deporte que practiques, la razón de este artículo se centra en desdibujar esas pequeñas líneas que se esconden detrás de algunas actividades frecuentes, que en vez de ayudarnos, terminan dañando nuestros sistema, por ejemplo: las distorsiones que se generan en la personas por tratar de encajar en determinados grupos, esto los ponen en los extremos de no medir consecuencias en su salud, asumen intervenciones estéticas o prácticas farmacológicas de alto riesgo sin importar que suceda a largo plazo.
El mundo del deporte y la actividad física nos ofrece bondades, pero sin duda alguna también es un gran mercado que impulsa distorsiones, estas te pueden arrastrar a la modificación sin límites de tu aspecto físico sin considerar riesgos, algo absolutamente peligroso, pero ya lo decía al principio, son pequeñas líneas que por lo general a veces no nos damos cuenta en qué momento las cruzamos. Existen cifras que reflejan el alto consumo en cirugías estéticas y mencionan que en América latina se genera el fenómeno del consumo en temas de cirugía estética y prácticas no controladas de Anabólicos Androgénicos Esteroideos (AAE), tenemos este estudio elaborado en Colombia,un estudio de caracterización de la mortalidad en pacientes sometidos a procedimientos estéticos, en una ciudad colombiana (Santiago de Cali, 2023) encontró que los procedimientos más frecuentemente relacionados con los casos de fallecimiento fueron la liposucción de amarre de rectos (67.57%) y la lipoinyección glútea (48.65%), con respecto a el uso de anabólicos y otras intervenciones no hay una información muy precisa, ya que por lo general, en el caso de los (AAE) en América latina no se registra en los informes lo que llevo al fallecimiento, sino la patología final.
Si tú estás interesado en mejorar tú estética, te sugiero leas este artículo y tomes en cuenta lo que dice Aristóteles sobre la vanidad.”El vanidoso según Aristóteles, se inclina por el exceso, buscando que sus honores y méritos sean conocidos por todos, adornándose con objetos y hablando de su buena fortuna para ser honrado”. Tomando en cuenta la opinión de Aristóteles, lo que para mí no es más que una gran verdad, deberíamos reflexionar del por qué iniciamos un cambio o nos establecemos determinadas metas, hay ciertas cosas que podrían no ser sanas, aunque parecieran y, en el mundo del deporte donde alcanzar la gloria y la belleza parece el principio fundamental, abundan las malas intenciones, florecen personalidades ocultas que procuran llevarte a su terreno, que de caer sería algo por lo cual deberás pagar un precio muy alto.
La mala praxis en temas estéticos está a la orden del día, publicidad falsa, una sociedad demandante, acelerada, todo un cóctel para acabar tu salud. En el caso del físico culturismo y los deportes de fuerza, donde se ve el usos de anabólicos por cantidad, a muchos no les dicen que no todas las personas califican para la farmacología deportiva, por ejemplo: no todos los preparadores físicos explican que es un grupo muy selecto el cual cumple los requisitos, sin embargo, hay quienes se arriesgan a los fármacos por la necesidad de un cambio rápido, igual pasa en otras disciplinas élites, las personas en muchos casos busca la aprobación y la fama sin medir costos, de estas actitudes han derivado casos de atletas frustrados con problemas complejos de depresión e incluso en situación de calle, acá te dejo algunos nombres,por ejemplo: Rich Piana (46 años) Reconocido culturista que admitió abiertamente haber usado esteroides anabolizantes por 25 años. Murió tras sufrir un colapso en 2017. La autopsia reveló problemas cardiovasculares significativos. Así como él también tenemos a Shawn Rhoden, por mencionar algunos.
Considerando estas realidades que podrían estar relacionadas con un trastorno de personalidad y necesidades terapéuticas, mi recomendación es que evites soluciones rápidas. Cada acción que tomes hacia un cambio debe basarse en una necesidad genuina, que sea únicamente para ti y a tu favor, bajo la supervisión de los mejores profesionales y con la máxima precaución, ya que hay aspectos estéticos que son irreversibles.