***El secuestro y asesinato de Pérez Vegas permanece impune hasta ahora,este caso que ocurrió hace 51 años, ha sido uno de los que estremeció a Venezuela.
Norka Torres (CNP-19208)-Sucedió a las 4:30 de la tarde un 22 de febrero del año 1973,un día normal se escuchaba los vehículos en las calles y avenidas de la bella ciudad de Caracas, cuando el adolescente Carlos Vegas Pérez, salió de su casa quinta Algarrobo, ubicada en la avenida principal en la Loma El Mirador, Caracas – Venezuela. En este sentido el adolescente, se dirigió a comprar una revista deportiva, en un kiosco muy cerca del Centro Comercial Santa Marta.
Este joven era hijo de Trina Pérez Machado y Martín Vegas Pacheco, un renombrado catedrático y maestro de obras, autor de la Torre Polar de Caracas y miembro de la Comisión de Urbanismo a cuyo cargo estuvo la modernización urbanística de la capital venezolana durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Grandes apellidos
Este joven al caminar a comprar su revista, de repente se escucho un vehículo de color blanco, en el camino es allí cuando es raptado por un grupo de “niños ricos” de la alta burguesía caraqueña secuestraron a Carlos Vicente Vegas Pérez, de 13 años de edad.
Estos hijos de familia pudientes, se dedicaban al consumo y distribución de drogas, portando algunos de los grandes apellidos de los Amos del Valle, a saber: Herrera, de las Casas, Branger, Zuloaga Pocaterra, Rízquez Cupello, Capecci, Paredes y Parilli Pietri. Este último sobrino de la Primera Dama de la República, de aquella época Alicia Pietri de Caldera.
Un día antes del secuestro
Un día antes de secuestro la familia Vegas Pérez, ofreció una fiesta para los amigos de la alta sociedad, una fiesta y surgió un incidencia con un grupo de muchachos que no habían sido invitados pese a ser amigos de Federico Vegas, hermano mayor de la víctima.
Luego de haber realizado las investigación correspondientes, fue exhaustivamente pesquisado por los detectives de la PTJ,equipo de la Policía Técnica Judicial, en aquél ciclo, hoy en día Cicpc, se pudo conocer además que todos tenían o habían tenido problemas por consumo de drogas, incluido el propio Federico, hermano de la víctima.
En la maleta de un carro
Uno de los componentes más importante es después de haberse llevado al niño Carlos Vegas Pérez, lo inmovilizaron le vendaron la boca, fue sedado y lo metieron en la maleta de un carro para trasladarlo a un escondite.
Financiamiento de un secuestro
Para financiamiento de un delito, se observa que en función de lo planteado se debía cancelar la deuda de inmediato, pago, con “dealers” con la finalidad de saldar la deuda con los narcotraficantes colombianos. En relación con el monto indicado, los secuestradores le pidieron a los padres de la víctima la cantidad de cien mil bolívares (Bs.100.000) equivalente a unos USD 23.255,814,del cono viejo monetario de aquella época.
Posteriormente para el día 24 de febrero, los secuestradores, se comunicaron con la madre de la víctima, señalaron que debía entregar el dinero, la noche 26 de febrero en un restaurant ubicado en El Rosal, de la ciudad de Caracas y que tenía que llegar sola al lugar La madre del infante, llego con su hijo mayor, los delincuentes la regresaron la citaron en otro lugar en la Plaza Altamira, tampoco se realizó el pago allí; los bandidos, visualizaron que había presencia de funcionarios policiales, alrededor de la plaza mencionada y finalmente se efectuó el pago, se acordó dejar el dinero en el carro en La Castellana. Por lo que se refiere el dinero del rescate era para pagar una deuda de drogas de los secuestradores.
Cadáver en un barranco
Un 2 de marzo del año1973, viernes de carnaval el cuerpo del niño Carlos Vicente Vegas Pérez, fue localizado por unos campesinos, en un matorral en la cortada del Guayaba, del municipio Guaicapuro. El perito forense determino que el se encontraba atado con una cadena y dos candados, con sus manos marcadas, lo habían lanzado al barranco desde 20 metros de distancia.
Otro aspecto, cerca del cuerpo del infante se halló entre hojas secas cierta cantidad de marihuana, envuelta en papel de periódico lo que hace presumir a los investigadores, que entre el grupo de secuestradores había individuos adictos a las drogas.
La autopsia que realizaron los doctores Armando Domínguez y Jack Castro determinó que el muchacho había muerto el mismo día del secuestro, asfixiado con monóxido de carbono, se descubrió la presencia en el organismo del niño Carlos Vegas, un tranquilizante, seguramente usado por los secuestradores para sedar al niño; lo peculiar era que los componentes de aquel sedante habían sido sacados del mercado varios años atrás.
Los detenidos
El equipo de la entonces Policía Técnica Judicial, hoy Cicpc, encabezado por el comisario Fermín Mármol León, detuvo y acusó a Omar Cano Lugo (alias el Chino) como autor material del asesinato, a Alfredo Parilli Pietri (pariente de la primera dama Alicia Pietri de Caldera) como autor intelectual del secuestro y a Gonzalo Rafael Cappecci (alias Fafa), José Luis Branger Quiroba (alias Caramelito Branger), Julio Morales, Javier Paredes y Diego Rísquez Cupello, jóvenes entre 18 y 24 años, por el secuestro, encubrimiento y complicidad en el homicidio, todos pertenecientes a familias ilustres y de renombrado apellido de la clase alta caraqueña.
Algunos apellidos de alcurnia se filtraban a la calle hasta el hermano mayor de la víctima estaba involucrado Federico Vegas, quería sacarle dinero a sus padres y formó parte de esos delincuentes.
Otros implicados
En los días siguientes seguían saliendo nombres, otros presuntos implicados eran: Nicomedes Zuloaga, y la joven Orietta Cabrices. La información que aportó esta chica involucraba de manera directa a Parilli Pietri y fue clave para esclarecer el caso. Con los acusados «convictos y confesos», días después el juez instructor, doctor José Francisco Cumare Nava dictó auto de detención a Omar José Cano Lugo (a) «El Chino» como presunto autor material y de Alfredo Luis Parilli Pietri, como presunto autor intelectual. Igualmente prohibió la salida del país de la ciudadana Orietta Cabrices.
En aquel momento del hecho, el juez interrogó a dos importantes testigos: María Alejandra Delfino La Cruz y Alexia Josefina Felizola, la primera de ellas escuchó decir al chino Cano que había inyectado al niño Vegas Pérez y que cuando vio que este había muerto decidió abandonar el cadáver y lanzarlo a un barranco.
Niños burgueses en libertad
A todos indiciados como autores intelectuales y materiales, encubridores y cómplices, inicialmente detenidos, les fueron revocados los autos de detención y, en su mayoría, salieron del país. Es decir los niños ricos de la clase burguesas, quedaron en libertad el hijo de papi y mami no paga cárcel. La justicia los trató con mano de seda, y al cabo de pocas semanas todos los sospechosos implicados en el crimen estaban en la calle, excepto aquel que no pudo financiar los costosísimos honorarios de un abogado penalista.
Si bien es cierto la presión de poderosos grupos político-económicos, y la participación de costosos bufetes de abogados, ocasionó que el caso se quedarse inmóvil es decir engavetarlo dejarlo en el olvido.
La impunidad en tiempos de Rafael Caldera
Para el periodo del gobierno del presidente Rafael Caldera; los hijos de padres pudientes que cometieran crímenes, no pagaban, según comentarios de prensa de la fecha. Todo siguió igual como si nada hubiera pasado, el grupo de “niños ricos” de la alta burguesía caraqueña, homicidas siguieron dedicándose al consumo y micro tráfico de drogas y psicotrópicas, para satisfacer la demanda de las altas esferas con nuevas y costosas inhalaciones, de escasa circulación para entonces (clorhidrato de cocaína).
Pagó fue el más «pobre»
Solo Cano y Capecci, quienes pertenecían a familias de bajos recursos, quedaron privados de libertad,se les acusa de ser los intelectuales culpable del secuestro del niño Vegas. El secuestro y asesinato de Pérez Vegas permanece impune hasta ahora.
Con información del medio Los Andes de Mérida
En una entrevista posterior, el Chino Cano, único que fue dejado cuatro años tras las rejas y quien aprovechó para estudiar Derecho en la cárcel diría a la prensa: »En verdad yo quisiera que no fuese así, pero fui el único que pagó por un crimen que no cometió. A mí me detuvo la Policía Técnica Judicial un 13 de abril de 1973; recién había cumplido los 22 años de edad, y me dejaron libre el 27 de marzo de 1977, faltando sólo 17 días para cumplir los cuatro años. Durante ese lapso me «hospedaron» en siete cárceles, hasta que, cansado de tanto castigo, decidí dejar la rebeldía y dedicarme a pasar el tiempo en algo específico.
¿A tantos años de aquello, ¿cómo ves el caso ahora?
Continúa el Chino Cano explicando que: «La generación de hoy poco sabe del asunto. Los viejos poco se acuerdan. Yo sí que lo recuerdo, y mucho. A mí y a «Fafa» Capecci (también involucrado en el caso) nos fabricaron un expediente por drogas y pagamos cana por todos los demás. Fíjate, a mí me detienen junto con Nicomedes Zuloaga Pocaterra. A él le quitaron 2 kilos de cocaína, 30 kilos de marihuana, 200 mil bolívares en billetes falsos, una pistola y un jeep robado.
El hombre estaba convicto y confeso, sin embargo, sólo pagó dos meses. El juez que le revoca el auto de detención es el mismo que me lo confirma a mí, sin que la PTJ me hubiese encontrado ni siquiera una semilla de marihuana, sin que yo hubiese declarado ni firmado nada. Éramos los pendejos de la partida».
Para finalizar este trabajo de investigación le pido a Dios el eterno descanso de este inocente niño Carlos Vicente Vegas Pérez, su caso quedó impune.
Señor Jesús, a ti, que amaste a los niños con especial predilección y los pusiste como ejemplo para los discípulos, te rogamos por todos los pequeños que han fallecido. Tómalos entre tus manos amorosas y llévalos al seno de nuestro Padre para que alegren su corazón con su inocencia. Amén.
A ti, mi Dios todopoderoso, te pido que este ser de luz, ese niño, esté en paz y en tranquilidad en tu cielo.