Por M.V. Edwin Sambrano.

Durante la temporada de partos en operaciones vaca-becerro, uno de los desafíos más comunes y complicados es el manejo de becerros abandonados o huérfanos. Aunque el objetivo es que todos los becerros sean criados por sus madres hasta el destete, situaciones como la muerte de la vaca, el rechazo del becerro, nacimientos múltiples o condiciones climáticas extremas pueden dejar becerros sin madre.
Causas comunes de orfandad:
- Gemelos: A veces, la vaca rechaza uno de los gemelos o no produce suficiente leche para ambos.
- Clima severo: Puede separar a la vaca y al becerro o causar estrés que lleve al abandono.
- Problemas maternos: Algunas vacas no producen leche suficiente o tienden a rechazar a sus crías. Las primerizas se monitorean, pero aquellas que repiten este comportamiento podrían descartarse del hato.
Métodos para el cuidado:
Lo ideal es lograr que una vaca adopte al huérfano. Una técnica efectiva consiste en usar la piel del becerro muerto y colocarla sobre el huérfano para que la vaca lo reconozca por el olor. También se pueden usar productos comerciales con el mismo propósito. En algunos casos, poner a la vaca en un brete y permitir que el becerro mame puede ayudar a iniciar el vínculo gracias a la liberación de oxitocina.

Alimentación artificial:
Cuando no es posible que una vaca adopte al becerro, se debe recurrir a la crianza manual con biberón o balde. Es fundamental que el becerro reciba calostro dentro de las primeras 24 horas, idealmente en las primeras 6, ya que después de ese tiempo el intestino ya no absorberá anticuerpos de la misma manera. El calostro debe provenir preferiblemente del propio rebaño, pero también se pueden usar sustitutos comerciales o calostro congelado previamente.
Se recomienda alimentar con calostro equivalente al 6-8% del peso del becerro, en varias tomas durante las primeras 24 horas.
Crianza con sustituto de leche:
Durante las primeras semanas, el becerro debe estar en un lugar cómodo, limpio, protegido del frío y bien ventilado. El sustituto de leche debe tener al menos 15% de grasa y 22% de proteína, prepararse con agua caliente (43-49 °C) y servirse a temperatura corporal (38-40 °C). Debe ofrecerse en 2-3 tomas diarias, en una cantidad equivalente al 10-12% del peso corporal del becerro.
Además, debe haber agua limpia y fresca disponible desde el principio, aunque el becerro no la consuma mucho al inicio.
Introducción al alimento sólido y destete:
A partir de la primera semana, el becerro debe tener acceso a alimento seco (iniciador, pellets, heno). Es crucial que aprenda a consumir estos alimentos antes de destetarlo, lo cual puede hacerse a partir de las 6 semanas, dependiendo de las condiciones de manejo y económicas.
Transición al pastoreo:
El pastoreo es un comportamiento aprendido, por lo que los huérfanos pueden necesitar más tiempo. Una vaca adulta puede ser introducida para enseñarles a pastorear.

Higiene y sanidad:
Todo equipo de alimentación debe limpiarse y desinfectarse adecuadamente, ya que las bacterias prosperan en ambientes húmedos. Se deben eliminar todos los residuos orgánicos con agua caliente y desinfectantes fuertes.
En conclusión, estar preparado para cuidar becerros huérfanos puede marcar la diferencia entre perder o salvar una vida, y contribuir a la productividad de la finca. Tener un plan claro de acción permite enfrentar estos retos con más eficacia.