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El tema de la operadora de aseo urbano todopoderosa en Caroní estado Bolívar, Fospuca, ya es desde hace tiempo la crónica de una muerte anunciada para el sector empresarial regional, todos saben que no hay escapatoria ni vía legal que pueda aplicarse para frenar las acciones de cobros sin justificación que desde hace tres años, aproximadamente, vienen haciendo. En esta oportunidad sin embargo el asombro rasga la sorpresa, pues se suponía que las empresas que había firmado un acuerdo de pago con la consabida empresa estaban resguardadas, aunque tuvieran que erogar fuertes sumas de dinero; ero eso es una simple e infundada creencia como lo ha demostrado el caso de Transporte Mary y José CA (Transporte Marjo CA); que viene a convertirse en la primera con un convenio firmado y pagado que ahora está en cola para ser embargada.
La cosa parece medio extraña, pues se supone que si se firmó y honró un acuerdo, la lógica dice que la operadora de aseo debe buscar al cliente para firmar un nuevo acuerdo al vencer el establecido. Pero como en este caso nada es lógico, simplemente no se buscó desde Fospuca Caroní renovar el acuerdo, sino que automáticamente se duplicó el monto del cobro mensual y luego se dejó correr sin decir nada, para venir, ahora transcurrido un año sin cobros a aplicar una medida de embargo que ya reposa en un tribunal local.
Sobreviviendo a duras penas
Transporte Marjo CA fue fundado en 1994 por José Luis Fernández, prestando durante más de 3 décadas valiosos servicios de transporte de caga diversa a las empresas básicas y privadas de Guayana. Como es natural con la aguda contracción de las básicas y el cierre de muchas empresas privadas en la zona su labor en la últida década se ha visto tan disminuida que prácticamente está atravesando en la actualidad un cierre técnico, haciendo el esfuerzo sobrehumano de mantenerse abierta a la espera de tiempos mejores, para lo que ha tenido incluso que vender varios de sus activos para poder afrontar las responsabilidades administrativas que atraviesa, de las cuales, precisamente el servicio de aseo Urbano representa poco más del 40 % por ciento de sus gastos.
Esto precisamente cuando prácticamente no tiene servicios ni contratos en ejecución y con esfuerzo puede juntar apenas dos tambores de desechos para cuando pasa el camión de Fospuca. Que dicho sea de paso por el sector de la zona industrial 321, donde se alza la empresa, significa una visita cada mes y medio. Pese a lo cual se pasan una factura mensual de centenares de dólares, como si estuvieran prestando un servicio regular y moviendo una gran cantidad de desechos.
Convenimiento por las buenas o las malas
Cuándo empezó la relación con Fospuca Caroní, según narró su propietario el señor Fernández y uno de sus empleados de confianza, Erik Sticca, ellos comenzaron a pagar alrededor de 150 dólares mensuales por concepto de aseo urbano, con la cantidad ya mencionada de basura que generaban y la frecuencia de recolección cada mes y medio. Sin embargo comenzando el 2023 les hicieron un ajuste de alrededor de 300 dólares mensuales por el mismo servicio que dejaron de cancelar simplemente porque no tenían como hacerlo. Hasta que les citaron a la oficina de Fospuca, donde el abogado Bassan Souky les dijo que estaban ya en proceso de demanda y que la única forma de evitar eso era firmar un convenio con la empresa verde.
Coaccionados decidieron establecer un convenio donde se les rebajó cerca del 40 % del monto a pagar que estaba cerca de los 11 mil dólares. Como señala su dueño: “…fuimos obligados a firmar un convenio con ellos de centenares de dólares mensuales y pagaderos en divisas, sólo en divisas, con un monto total de ese convenio de seis mil y pico de dólares, sólo por recolección de desechos (los dos tambores cada mes y medio) y sin incluir el el relleno sanitario, pues eso es aparte, y lo pagamos pagamos en el recibo de electricidad.”
Así, cancelando religiosamente el pago en divisas americanas, de unos 400 verdes, se les fue el resto del 2023 y gran parte del 2024. Sin embargo en octubre o noviembre, al vencer el contrato no les llamaron tampoco para firmar un nuevo convenio, sino que se dejaron el asunto sin volver a tocarle, ni efectuar cobros posteriores, aunque si se aumentó el mismo servicio a más de 700 dólares mensuales, con la misma regularidad de cada mes y medio.
Ni siquiera quisieron llevarse cauchos viejos
Según comentó Sticca, “lo estábamos pagando porque si no nos cortaban la luz, sin embargo una vez le dijimos que si estaban cobrando esa suma tan exorbitante de aseo, pedimos que se llevaran unos cauchos que teníamos allá, y simplemente dijeron que ellos no llevaban ese tipo de desechos, que eran especiales y que no, simplemente eran basura, que en ese casa nos tocaba a nosotros mismos llevarlos al basurero.” Con tales condiciones pagaron ocho cuotas fraccionadas de deuda atrasada durante más un año completo de convenio.
Pero la cosa se puso mejor – para Fospuca Caroní, pues al concluir el convenio ya la cuota había aumentado de nuevo casi a cerca de ochocientos dólares que simplemente no han podido pagar, pues no tienen como. Lo que generó una deuda acumulada de más de 8 mil dólares, cosa que por cierto tampoco les notificó ni fue a cobrar el equipo de Fospuca.
Embargo en el Tribunal tercero Civil y Mercantil de Caroní por casi 18 mil euros
En un año los costos de recoger dos tambores de desechos cada mes y medio de seis mil dólares lo subieron a ocho mil. Y la semana pasada se enteraron por amigos que tenían ya una medida de embargo esperando ser ejecutada en el Tribunal tercero de primera instancia en lo Civil y Mercantil de Caroní, por el pequeño monto de 17.818 euros, que ya no son dólares, ojo. Lo que indica que la aplicación de la medida judicial duplicó prácticamente la deuda, y además de sumó alrededor de 1243 euros, por concepto de costas procesales, al abogado Souky, que es quien lleva el caso.
Transporte Marjo Ca es una empresa familiar, levantada por José Luis Fernández, quien dice haber dado todo por este estado y seguir apostándole todavía a pesar que ha sido golpeado durísimo por la crisis de las básicas, las región y el país. Según destacó Fernández, “… nuestra capacidad productiva esta totalmente disminuida, el transporte -yo me atrevo a decir-,que ha sido uno de los sectores más golpeados que tiene Guayana ahorita,originalmente le prestaba transporte a las empresas básicas, prácticamente a todas . Ahora raramente hay trabajo, hacemos una que otra cosa para seguir a flote y apostando todavía a que las condiciones puedan cambiar. Hay meses que a duras penas cubrimos las deudas, cuando te digo deudas, nada más en servicio estamos sobre los 2000 dólares, solamente Fospuca son 800 mensuales a lo que se suma, relleno sanitario, electricidad y agua.” Cosa que según afirmaron los declarantes simplemente no pueden pagar, “… no hay forma que podamos pagar esa suma exorbitante, no hay manera de que aguantemos una tarifa como esa, casi no se ve ningún camión recolectando basura y la tarifa se ha duplicado.”
Carta entregada a la Gobernadora y al Alcalde
Ante la impotencia generada por la medida de embargo que está por ejecutar, el pasado viernes el señor Fernández y su equipo redactaron y entregaron una correspondencia donde solicitan a la Gobernadora del Estado y al alcalde de Caroní, que por favor tomen cartas en el asunto y hagan vale de alguna forma aquella especie de acuerdo donde se dijo que se iban a revisar las tarifas y parar los embargos en la zona, que por cierto Fospuca Caroní parece que simplemente obvió.
Falta ver si la máxima autoridad regional o la local, dejaran de sufrir del síndrome de Shakyra (“ciega y sordomuda”) en el caso como han hecho hasta el momento o realmente comenzarán a preocuparse por la situación que ha permitido la injustificada aplicación de decenas de embargos y más de un centenar tramitados en los tribunales regionales. A pesar que existen normas constitucionales, leyes orgánicas y decisiones del propio Tribunal Supremo de Justicia que se oponen a tales acciones judiciales.
Los costos del servicio de aseo urbano o de recolección de la basura, son generalmente en todas partes un gasto que entra dentro los llamados misceláneos, un valor marginal en cualquier estructura de costos de cualquier establecimiento, en cualquier parte del mundo. Pero en Guayana, los costos de Aseo Urbano, de la mano de Fospuca Caroní, se han convertido en el factor que determina incluso el cierre de empresas. Y en presente caso de Transporte Marjo CA, de empresas que incluso acordaron hacer convenios de pago con la operadora de aseo, que luego duplicó las tarifas sin mediar explicación, y ahora con el apoyo del Tribunal Tercero de primera instancia en lo Civil y Mercantil de Caroní, que los amenaza con dejarlos en la calle y acabar con el fruto de una vida de trabajo y esfuerzo. (Gustavo Montaña/CNP 8235)
