La impulsividad frente a la razón: Por qué lo impulsivo supera lo racional, en el contexto politico venezolano actual

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Análisis de Dr. Henry Izquierdo.

En un país donde la incertidumbre y la frustración dominan, la impulsividad se ha convertido en la respuesta predominante frente a la lógica y la razón. Venezuela, atrapada en una crisis prolongada, enfrenta un panorama donde las emociones gobiernan sobre el pensamiento racional.

En el contexto actual de Venezuela, la impulsividad ha superado lo racional, en muchas áreas de la vida cotidiana. La situación de crisis política, social y económica ha creado un ambiente en el que las emociones toman el control. 

La incertidumbre constante, la falta de soluciones concretas y la represión hacen que la gente reaccione de manera rápida, sin tener tiempo de detenerse a reflexionar. 

El miedo, la frustración y la desesperanza se han convertido en emociones predominantes, y esto lleva a decisiones impulsivas.

La impulsividad es una reacción rápida y emocional a una situación. Surge cuando el cerebro, particularmente la amígdala, detecta una amenaza o una situación que genera estrés. En esos momentos, el cerebro prioriza la supervivencia emocional y física, lo que desplaza el uso del neocórtex, responsable del pensamiento lógico y la planificación a largo plazo.

 En Venezuela, las constantes amenazas a la seguridad, la estabilidad y el bienestar han mantenido a la población en un estado de alerta. El cerebro no tiene tiempo para racionalizar, solo para actuar.

El régimen, con sus estrategias de control y represión, ha explotado este ciclo de emociones intensas, manteniendo a la gente en un estado de incertidumbre. Cada vez que parece haber una oportunidad de cambio, surge una nueva estrategia de sabotaje, bloqueando el camino y alimentando la desesperación. Ante cada nuevo obstáculo, la respuesta emocional inmediata es actuar, aunque no siempre sea la opción más racional.

Lo impulsivo supera lo racional en Venezuela porque la población ha sido llevada al límite de su resistencia emocional. 

Cuando no se ven salidas claras ni soluciones viables, la mente humana busca respuestas inmediatas, algo que pueda aliviar, aunque sea momentáneamente, el dolor emocional y la angustia. Las decisiones impulsivas ofrecen una falsa sensación de control, aunque a largo plazo esas decisiones puedan no ser las más acertadas.

El problema con la impulsividad es que no permite pensar en el futuro ni en las consecuencias. El impulso del momento se convierte en una solución rápida para la frustración actual, pero no siempre resuelve el problema de fondo. En lo político, esto se manifiesta en protestas que, aunque necesarias, a menudo no están bien planificadas,  y se convierten en reacciones emocionales más que en movimientos estratégicos.

 En lo social, la gente actúa con base, en el miedo o la desesperación, lo que afecta la cohesión comunitaria y la capacidad de unirse para un cambio verdadero.

En la vida cotidiana venezolana, lo impulsivo se ha convertido en un mecanismo de defensa. Ante la escasez, la falta de servicios básicos y la presión constante del régimen, la gente actúa por instinto, tratando de sobrevivir al día a día. Lo racional, que implica planificación y reflexión, se ve desplazado porque el entorno no da espacio para el pensamiento a largo plazo. Las personas están tan enfocadas en resolver los problemas inmediatos que no pueden detenerse a pensar en cómo sus decisiones afectan su futuro.

CONCLUSIÓN 

En Venezuela, la impulsividad ha superado lo racional, porque la gente ha sido empujada a un estado de alerta constante. 

Las emociones fuertes, como el miedo, la desesperanza y la frustración, han tomado el control, desplazando la capacidad de actuar de manera lógica y planificada.

MORALEJA 

La impulsividad puede dar una sensación de alivio momentáneo, pero solo la razón y la planificación nos permitirán encontrar soluciones duraderas para las crisis que enfrentamos.

El objetivo de esta narrativa, es que hoy en día, debemos reconocer el impacto de la impulsividad en nuestras decisiones y tratar de buscar el equilibrio para que la razón nos guíe hacia un futuro mejor.

ESLOGAN: el impulso resuelve lo inmediato, pero la razón construye el futuro.

LA VOZ OCULTA: En Venezuela, la impulsividad ha superado lo racional porque la gente ha sido empujada a un estado de alerta constante. Las emociones fuertes, como el miedo, la desesperanza y la frustración, han tomado el control, desplazando la capacidad de actuar de manera lógica y planificada.

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