Editorial

Las Navidades de 2024 en Venezuela llegan envueltas en un manto de luces y decoraciones que contrastan dolorosamente con la realidad que enfrenta gran parte de la población. En medio de la crisis económica y la incertidumbre política, muchas familias se ven obligadas a celebrar estas fiestas con mesas limitadas y corazones cargados de preocupación.
La tradicional cena navideña, con sus hallacas, ensalada de gallina, pan de jamón y dulce de lechosa, se ha convertido en un lujo inalcanzable para muchos. Las promesas de entrega del pernil a través del programa CLAP, ha tenido limitaciones significativas en su distribución, generando el descontento en los venezolanos que recibieron pequeños pedazos o que no recibieron pernil en absoluto. La falta de recursos y la mala gestión han contribuido a esta situación, dejando a muchas familias sin la posibilidad de celebrar con una cena completa.
La inflación galopante y el alto costo de los alimentos han dejado a miles de venezolanos sin la posibilidad de disfrutar de los sabores que alguna vez fueron sinónimo de celebración y unión familiar. En lugar de risas y abrazos, en muchos hogares reina la angustia y la lucha diaria por sobrevivir.
En estas fechas, es imposible ignorar el contraste entre la opulencia de las decoraciones oficiales y la dura realidad de quienes no tienen que poner en sus mesas. El gobierno adelanta festividades y organiza eventos, pero para la mayoría, estos gestos no logran mitigar el dolor de la falta de alimento y la desesperanza.
Sin embargo, en medio de la adversidad, el espíritu de solidaridad y resiliencia del pueblo venezolano se mantiene firme. Iniciativas comunitarias surgen para recolectar y distribuir alimentos, demostrando que, aun en los tiempos más difíciles, la generosidad y el apoyo mutuo pueden traer un poco de luz.
Que estas Navidades de 2024 sean un llamado a la reflexión y la acción. Que no olvidemos a quienes pasan hambre por estas calles de Venezuela y que trabajemos juntos para construir un futuro donde ningún venezolano tenga que enfrentar esta dura realidad. Que el nuevo año traiga consigo esperanza, fortaleza y la determinación necesaria para superar los desafíos que enfrentamos como nación.