En un movimiento que podría marcar un punto de inflexión en la política latinoamericana, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha declarado en la Asamblea General de la ONU que su país, junto con Brasil, no reconocerá la reelección del presidente venezolano Nicolás Maduro si no se presentan las actas electorales de las elecciones del 28 de julio. Esta declaración de Petro y Lula refleja una postura firme ante lo que muchos han calificado como un proceso electoral controversial.
Durante una entrevista con CNN en Nueva York, Petro subrayó la importancia de la transparencia en el proceso electoral venezolano, afirmando que “si no hay actas, no hay reconocimiento”. Esta posición, acordada con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, busca presionar al gobierno de Maduro para que aclare el resultado de los comicios, rodeados de dudas y acusaciones de fraude por parte de la oposición y observadores internacionales.
El mandatario colombiano ha señalado que la ausencia de libertad en el proceso electoral venezolano es un “error previo” que ha dejado a todos los actores políticos “entrampados”. “No hubo libertad para la oposición, y el gobierno venezolano tampoco está libre bajo sanciones económicas para votar”, explicó Petro, resaltando la complejidad de la situación.
¿Por qué Petro y Lula asumen esta postura ante Maduro?
Maduro fue reelecto oficialmente el 22 de agosto, pero la mayoría democrática venezolana, en parte agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con el 83.5% de las actas recopiladas. La comunidad internacional, incluyendo a la OEA, ha pedido la publicación de estos documentos para verificar los resultados, sin embargo, el CNE venezolano aún no ha cumplido con esta solicitud.
La postura de Petro y Lula no solo refleja la creciente tensión en torno a la legitimidad del gobierno de Maduro sino que también marca un intento claro de mediación por parte de dos de los países más influyentes de América Latina. Esta declaración podría tener repercusiones significativas en la política internacional, especialmente con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos a la vuelta de la esquina, un evento que, según Petro, influirá en la dinámica política de Venezuela.
Con esta decisión, Colombia y Brasil buscan no solo respetar el principio democrático de las elecciones claras y transparentes sino también abrir un canal de diálogo que pueda llevar a una solución pacífica y justa para el pueblo venezolano, atrapado entre un gobierno en el poder y una oposición que se siente legítima, pero sin reconocimiento formal.
Fuente: Punto de Corte