Renunció el gobernador del estado Bolívar

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https://n24.lostubazos.com – Faltando apenas unos meses para que entregara el gobierno, el actual mandatario regional, Ángel Marcano le hizo el favor a los habitantes del estado Bolívar de renunciar.

Pero no lo hizo por una razón altruista. No. Lo que pasa es que está postulado para candidato a la Asamblea Nacional. Va en el puesto seis de la Lista Nacional del Psuv.

De acuerdo a las redes sociales del comunicador Adrián Magallanes, este viernes, los diputados del Cleb, (sí tenemos unos tipos que calientan unas bancas y cobran unas dietas, pero que sólo hacen lo que indica Caracas) en el caso del Psuv, y en el caso de la oposición lo que indica su crematística conciencia, escogerán al nuevo gobernador encargado hasta que deba entregar al nuevo regente o regenta como diría el ignorante del comandante eterno, Hugo Chávez.

Aparentemente el nombre que se maneja con más fuerza es el de Eduardo Piñate, el responsable del Psuv de Caracas para supervisar al partido en Bolívar y la gestión de quienes en su nombre gobiernan al golpeado estado, siempre en manos de ellos mismos.

Esperemos que Piñate, por lo menos pague las cuentas que el inefable gobernador Marcano no hizo; suponemos que se acabaran los deportes del pico y la espuela y las catas de mayor de edad con amigos y familiares.

Bueno, en realidad Ángel Marcano, no hizo nada distinto a lo que hubiera hecho un sidorista pues él fue sidorista y luego se fue a la empresa Alcasa, en donde lo mejor que supo hacer fue paralizar por 34 días a la primera reductora de aluminio primario de Venezuela e iniciar el camino para su destrucción, claro ayudado por Ramón Betancourt, tío de Jesús Vergara, otro responsable de su destrucción.

En fin, ojalá que en Bolívar, a pesar de la oposición inepta y radical, que sólo defiende las parcelas que manejaba antes de que llegara el chavismo a Venezuela, no al país, veamos un rayo de esperanza porque ya son muchos años en manos del Psuv, en donde cada gobernador es peor que el anterior, quizás con la tímida excepción de Rangel Gómez, que parece un gigante pero no porque lo hubiera hecho muy bien, sino porque los otros lo hicieron tan mal pero tan mal que el tipo parece un genio.

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