En lo que ya parece ser una historia de acoso y terrorismo de estado constante, este martes 11 a partir de las 4 de la tarde, nuevamente funcionarios en vehículos con logos del Sebin ingresaron a la vivienda clausurada por ellos mismos del dirigente de Vente Venezuela en Bolívar, Douglas Rodríguez, donde al parecer sacaron equipos y enseres sin rendir cuenta, como ya parece ser su costumbre.
Del caso se conoció primero por las llamadas de los vecinos del sector que estaban atentos al accionar de los cuerpos de seguridad en la zona desde hace días, pues aunque la gente no quiere meterse en problemas, todo el mundo se ha identificado en un profundo rechazo a las prácticas de acoso e intimidación que vienen aplicando los organismos de seguridad en Bolívar, que incluso la semana pasada llegaron al punto de detener a la octogenaria suegra del dirigente de Vente y a la dama que la cuidaba, quienes eran las únicas ocupantes de la vivienda de la familia Rodríguez. Pocas horas después las liberaron. Pero lo real es que no había ninguna justificación para realizar esa detención.
En ese momento los funcionarios del Sebin, además de irrumpir sin orden de allanamiento en la vivienda, colocaron un candado en la puerta de entrada, que este martes llegaron a abrir, como si se tratara de los dueños de casa, tras lo cual ingresaron en la vacía vivienda, metieron un carro y según los vecinos sustrajeron diversos objetos y enseres del hogar.
Los vecinos reportaron que se trató de 6 o 7 funcionarios, que llegaron al lugar a bordo de dos camionetas y estuvieron dentro de la propiedad un largo rato; luego sacaron parte de las pertenencias que se encontraban en la residencia, como una suerte de bandidos de esos que desvalijan las casas. En ningún momento vieron un Fiscal del ministerio público, no se convocaron testigos, como se hace cuando se trata de una averiguación ni nada de lo que el Código Penal y la Constitución Bolivariana establecen dentro de eso que se llama el Estado de derecho.
Simplemente desde el primer allanamiento registrado el 31 de enero; pareciera que la casa pasó a ser propiedad de los cuerpos de seguridad. Mostrando como el irrespeto continuo a la Ley es una práctica usual dentro de los mecanismos de amedrentamiento y persecución que parece que son la moda en la Venezuela del 2025.
Familiares acosados y asustados
La familia de Douglas Rodríguez, que poco o nada tiene que ver con su activismo político, que no es ningún delito ni viola las leyes nacionales; simplemente vive en una atmósfera constante de temor y preocupación, pues simplemente en el estado Bolívar, los cuerpos de seguridad, seguramente impulsados por el gobernador, simplemente actúan como una suerte de nuevos matones del salvaje oeste.
La cosa es tan bizarra y fuera de lugar que incluso detuvieron a una octogenaria con graves problemas de salud, poniendo en riesgo su integridad física, de la misma manera que han detenido bajo la modalidad de un secuestro directo y sin órdenes de detención a decenas de dirigentes, activistas y personas normales, simplemente dentro de una política que busca meter miedo en la población. Ya Guayana, como el resto de Venezuela están cansados de estas prácticas que son nacionales, como lo evidencian los más de dos mil detenidos desde el 28 de julio. (Correo Financiero)