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*** Los ingredientes están cuadruplicado los precios, a diferencia del año pasado.

CNP 19.403 /SNTP 8.344. IG @yanitza.martinez4 – Desde el mercado periférico de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, se respira el ambiente propio de diciembre: familias recorren los pasillos buscando ingredientes para preparar las hallacas, el plato más emblemático de la Navidad venezolana.
Sin embargo, este año la tradición se enfrenta a un duro reto, debido a que los precios de los productos se triplicaron y no todos podrán mantener esta tradición en preparar hallacas.

A pesar de las dificultades económicas, hay familias que insisten en hacer el esfuerzo. “Este año vamos a preparar hallacas, aunque sean poquitas. Tuvimos dos años sin hacerlas, pero ahora sí”, expresó la señora Yanitza Romero, mientras organizaba sus compras en los puestos de ventas por el mercado Periférico.
Ybeanyi Basanta, recién llegada de México, se suman con entusiasmo junto a su familia para mantener viva la costumbre. “Es algo que nos une y no queremos perderlo”, comentó.
La joven Sujey Tovar al ser consultada, dijo “Todos los años hacemos hallacas, unas poquitas, porque somos una familia pequeña, sí vamos hacer”.

A diferencia de Laura, quien comentó que lo más probable es que no harán las tradicionales hallacas, y que la mayoría de su familia está fuera del país, por lo tanto, no ve como prioridad esta preparación del fuerte del plato navideño
En contraste, hay quienes no podrán sumarse. Laura, una joven consultada, explicó que la mayoría de su familia está fuera del país y que, por la situación económica, no ve prioridad en preparar hallacas este diciembre.
Los precios de los ingredientes, golpean la tradición
En el mercado periférico, comerciantes informales confirman que los costos se han cuadruplicado respecto al año pasado. Ingredientes como aceitunas, alcaparras y pasas, que antes costaban 350 bolívares, hoy superan los 2.000 bolívares por kilo. El pimentón se vende por encima de los dos dólares, la zanahoria alcanza los 250 bolívares y la cebolla los 400.

Este panorama ha obligado a muchas familias a ajustar las recetas, demostrando creatividad y resiliencia para no perder la esencia del plato. Aunque algunos hogares se quedarán sin hallacas, otros harán el esfuerzo de mantener viva la tradición.
