Redacción – Caracas. En este Día de la Juventud, el Movimiento Estudiantil en Venezuela continúa su lucha por la democracia y los derechos fundamentales, aunque ahora bajo un manto de silencio y discreción. La represión y persecución política han obligado a los jóvenes a adoptar nuevas estrategias para evitar la criminalización y las detenciones arbitrarias.
Históricamente, el Movimiento Estudiantil ha sido un actor clave en la vida democrática del país, pero la situación actual ha redefinido su forma de organización. Las protestas masivas han dado paso a una resistencia silenciosa, donde los estudiantes buscan mantenerse activos sin atraer la atención negativa del régimen.
«La persecución es real y el miedo también. Cada acción debe medirse con extrema cautela», afirmó un dirigente estudiantil que pidió anonimato para proteger su identidad. Los jóvenes enfrentan desafíos como la infiltración y el espionaje dentro de las universidades, el éxodo masivo de líderes y estudiantes, y la precarización de las condiciones educativas.
A pesar de estos obstáculos, el Movimiento Estudiantil sigue comprometido con su lucha por un país más justo y democrático. «No hemos renunciado a nuestro compromiso con el país», declaró otro estudiante. «Luchamos por nuestros derechos como estudiantes y por el derecho a opinar, ser escuchados y vivir en un país democrático».
El Movimiento Estudiantil en Venezuela sigue siendo un símbolo de resistencia y esperanza, demostrando que la juventud nunca se rinde ante la adversidad. Con información El Nacional.